martes, 7 de mayo de 2013

BERLÍN

¡Bienvenidos a Berlín! Una de las ciudades europeas más modernas.

Berlín, como capital del país más prospero de Europa, refleja esta posición como foco de cultura y arte urbano en el Viejo Continente. Una ciudad que respira historia por todos sus rincones, desde la Europa feudal, hasta la 2ª Guerra Mundial, llegando hasta la modernidad de la era digital que vive.

Berlín joven.

Si yo tuviese que destacar un encanto de está enorme ciudad sería la posibilidad de callejear por los barrios más jóvenes del centro, pasando por los famosos edificios llenos de graffiti ocupados por marginados y ahora convertidos en piezas de museo. El ambiente joven que se respira, que invita de adisfrutar de una buena cerveza de una carabana abandonada en  el patio de una casa ocupa bajo la seguridad de estar en Alemania es una gran tentación. También podemos disfrutar de una intensa vida nocturna en el centro, teniendo una gran diversidad de opciones.

Capital de Alemania y de Europa.

Esta capital de la República Alemana cuenta con la mayoría de las instituciones del Gobierno. En pleno
centro de la ciudad, a unos pocos metros de la Puerta de Brandeburgo, emblema de Berlín, resto del antiguo Imperio prusiano de Guillermo II, construida a finales del siglo XVIII; pues a pocos metros encontras el Reichstag o sede del gobierno, es un edificio reconstruido a partir de su quema en la época de la subida al poder de Adolf Hitler y renombrado como Bundestag. Es un edificio que en su parte superior es enteramente de cristal, de modo que las visitas pueden observar que hacen los diputados desde las alturas.

De museo en museo.

Mirando más la parte estrictamente turística, Berlín tiene también muchos lugares únicos que ofrecer. Cuenta con un gran número de museos, bien de arte como tecnológicos. Cabe destacar como pieza de más valor histórico y artístico es el busto de Nefertiti. Esta obra egipcia data de la época anterior a Cristo. Toda está rebosante zona de conocimiento se encuentra en lo que los berlineses conocen bulgarmente como la Isla de los Museos, asi que no es díficil de encontrar.


Una ciudad verde.

Berlín a parte de ser una jungla de edificios emblemáticos, también tiene sus zonas verdes, con parques inmensos en el centro de la ciudad que son el perfecto refugio para evadirse del agotador centro o también, por qué no, para disfrutar de la sombra de un árbol jugando con una ardilla. Uno de sus parques más famosos es el Tiergarten (parque de mascotas), el cual está "plantado" en pleno centro. Es el pulmón de Berlín.


Muro de Berlín.

Y saliendo de cualquier parque no es díficil encontrarse con el monumento europeo que más significado social tiene, al menos en opinión de un servidor: el muro de Berlín. No hay anda en todo el viejo continente que refleje mejor la lucha de la población contrar la represión, su espiritú de libertad, de unificación. Es todo un orgullo para una ciudad como esta, después de todo el sufrimiento que ha tenido en las épocas recientes, contar con este muro, esta muestra de la fuerza del pueblo.

Barrio turco.

Todo Alemania es un país con una fuerte llegada de inmigrantes turcos. Buena muestra de ello es el barrio del mismo nombre: el barrio turco. Se encuentra bastante alejado del centro, en el Berlín Este, pero merece la pena desplazarse en tren para ver una de las mayores colonias de inmigrantes de toda Europa. Además, rebosa de distintas culturas, casi todas orientales, en un choque multicultural, que le da incluso más encanto. Lejos de ser un barrio marginal, es una zona que los propios berlineses tienden, y más hoy en día, a ocupar, con viviendas de bajo precio y áreas residenciales de gran belleza.

Abandonando el sector americano.

Un resto que nos deja la Segunda Guerra Mundial y la posterior división de la ciudad, es lo que se conoce como Check Point Charlie, punto donde la zora americana se separaba de la soviética. Es uno de los lugares favoritos del turista, cargada de signficado histórico. Es curioso hacerse una foto en las trincheras con un ruso y un estadounidense a la vez. Además, se pueden comprar trozos de muro a penas por dos duros en las tiendas colindantes.


Secuelas.

Otro gran vestigio de lo que fue la época hitleriana es el memorial que hay en pleno centro dedicado al holocausto. Es una zona de nefausto recuerdo para los habitantes, así que ha de predominar el respeto y el silencio. También se puede visitar el Museo Judío de Berlín si queremos conocer aún más esta historia, pero es una visita muy dura, hay que avisar.



Zona Centro.

Por último, merece también mención la Torre de la Television, en la cual se inspiran muchas de otras de diferentes ciudades. La Fernsehturm, en alemán, además se encuentra en una plaza de gran importancia de Berlín, Alexanderplatz, donde también encontramos el Reloj Mundial. Esta plaza, prácticamente céntrica, es la mejor comunicada. Cuenta con varias líneas de metro y tranvía.


Medios de transporte, a lo europeo.

Este es otro de los aspectos más positivos de la ciudad: la gran cantidad de medios de transpoorte públicos: tren, bus, metro, tranvía y muchos carriles bici. Es todo un tópico de espiritú europeo.

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