jueves, 16 de mayo de 2013

Marruecos.

Al otro lado del estrecho.


Marruecos es un país del Magrep Occidental, el situado más al norte de todo África. Vecino árabe de Espeña, situado al otro lado del estrecho de Gibraltar, frente a las costas de Cádiz, Marruecos nos ofrece un mosaico de paisajes incolparable, desde las abarrotadas ciudades, algunas con milenios de antigüedad, a la soledad y calma del desierto más grande del mundo: el Sáhara.


El Reino de Marruecos (nombre oficial del país) es un basto territorio que se extiende desde el mar del estrecho hasta las arenas saharauis. Y por todo él, encontramos ciudades increíbles, llenas de espiritualidad y vida social. Algunas de ellas tan antiguas y bonitas que son parte ya del patrimonio de la huminidad. Hay tanto que ver y todo tan lejos de lo otro que yo recomendaría hacer una ruta, como si de un rally se tratase, ya sea en moto o en coche o furgoneta. Lo importante es ver los vírgenes paisajes que aquí nos aguardan. Sinceramente creo que coger un avión para ir a visitar, por ejemplo, la capital Rabath es perder el tiempo y no poder disfrutar de uno de los países árabes más bonitos. De modo que iremos por etapas:

1ª ETAPA: de España a Fez.


Pasar el estrecho de Gibraltar en ferri me parece la manera perfecta de comenzar y de finalizar un viaje como este. El trance de Algeciras a Ceuta ya es extraño, notas el cambio, pero atravesar la frontera a
Marruecos es todo un shock si nunca has estado en contacto con la cultura árabe. El viaje desde aquí hasta Fez servirá para sumergirnos de pleno en el nuevo mundo que estamos descubrindo. Esta etapa de Dakar es cansada y son unos cuentos kilómetros hasta la ciudad, pero realmente merece la pena ver el paisaje, las gentes.

Recién llegados a Fez lo más seguro es que los chicos de allí se ofrezcan a guiarte hasta el parking más cercana a tu hotel, o 'Dar' o 'Jaimas' (depende del tamaño), a cambio por supuesto de una propina. Yo escogería un hotel en algún callejón del 'Zoco' o mercado. Es el centro de la ciudad y es increíble. Calles que se asemejan más a laberintos, llenas de quioscos, tiendas, peluquerías... ¡en menos de 2 metros de acera! La primera impresión es de un agovio total; todos los tenderos se acercarán a ti para ofrecerte lo que sea y te llamarán "Antonio Banderas" para mostrar amistad. También los chicos más jóvenes se propondrán como guías a cambio de unas monedas.

La visita más recomendable es no salirse del zoco, porque en cada esquina nos aguardan sorpresas, como cabezas de camellos colgando de carnicerías o mezquitas enteras de madera que casi nadie conoce.
Encontramos a las afueras de la ciudad un palacio de verano del Rey Mohamed VI, aunque no está permitido entrar.

Pero sin duda, el lugar de referencia de Fez es la plaza donde trabaja el gremio de los curtidores (trabajadores del cuero). Es indescriptible subirse a una de las terrazas colindantes, tomarse un té marroquí y ver los pozos de tinte y las pieles secándose después de haber sido arrancadas de las cabras. Además, el fortísimo olor nos transporta aún más a un mundo distinto al nuestro.

2ª ETAPA: de Fez a Merzouga


El plan para esta etapa es salir de la gran ciudad directos hacia el desierto del Sáhara, pasando por las montañas marroquís. El camino es largo y aún más accidentado que pasar de la Península a Marruecos. Es agotador, pero de verdad que merece la pena. Merece la pena pasar por la "Suiza Marroquí", un pequeño
pueblo de montaña donde los más ricos de la nación van a esquiar (de ahí esta analogía).
Si seguimos camino acabaremos coronando algún puerto de más de 2000 metros de altitud, lugar idóneo para hacer parada y, por qué no, comprar minerales (son rocas en forma de huevo llenas de brillantes) aunque no sean auténticos.

Nos acercamos al inmenso desierto saharaui. Los hoteles de esta zona son equivalentes a un ressort en Murcia, un pequeño chalet al pie del Sáhara donde los dueños te ofrecerán todo tipo de actividad para guiris, pero aunque sea tópico, ir en camello por las dunas y hacer noche en el desierto más grande del mundo impresiona. Normalmente los hosteleros locales suelen ser de ascendencia Bereber, o eso dicen, para que el cliente este más memitiado con el ambiente. Una visita a un pueblo de este tipo nos saca de nuestra idea inicial que sacamos de Fez: las casas de barro, los camellos, las arenas naranjas a la luz del sol... Es distinto, es único.

El viaje en camello, con guía, es una actividad que podemos hacer en Lanzarote. Lo ídeoneo es hacer noche en medio de la inmensidad del Sáhara. Impresiona ver las estrellas en este lugar, vivir como un auténtico bereber... Es algo imprescindible en Marruecos.

3ª ETAPA: de Merzouga a Marrakech.


Salir en coche del Sáhara de nuevo camino a una gran ciudad, por menos que nos parezca, va a ser como empezar un nuevo viaje. Atravesar paisajes donde las Kashbas (casa típica bereber, protegidas por la UNESCO), dominan es otro foto que nunca falta en estas rutas. Pasar de la soledad y silencio del desierto al ruido de una ciudad como Marrakech es perfecto para concluir nuestro viaje.

Marrakech es una de las ciudades más grandes de Marruecos. De hecho mucha gente cree, erróneamente, que es la capital del país, la cual es Rabat. Es una de la ciudades más bonitas en conjunto, sino la que más. A pesar de que el zoco de Fez está reconocido como más bello, el de Marrakech no se queda corto. Entre sus innumerables calles encontramos barrios, como el de Medicina o el Judío, los cuales tienen una belleza increíble.

Otro de los principales atractivos turísticos es la plaza Jamaa el Fna. Es la plaza central. Durante el día está llena de puestos de fruta, de encantadores de serpientes, de monos con los que hacerse una foto, de espáctulos. Es pura magia. De noche, a penas quedan unas pocas serpientes y otros entretenimientos, pero la plaza se llena de restaurantes del día a la noche germinan como flores. Comida típica marroquí, más rápido y más barato que el McDonald's. Rodeando este lugar, encontramos los mejores cafeterías con terraza para tomarse un té viendo toda este escena.
En los aledaños de Jamma el Fna se encuentra el mayor atractivo turístico: la hermana gemela de la Giralda de Sevilla. La guinda a un viaje perfecto.

Pude que en este viaje, o más bien tour, me haya dejado paradas como Casablanca o Rabat o, más en la costa, Tanger, pero todas estas etapas son lugares de los más bellos que  uno puede visitar, es un viaje que abre la mente. Hay lugares que hay que visitar una vez en la vida. Estos se deben visitar dos.


                                          Mohamed VI


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